La Gran Trilogía(I): la Vida, la Muerte, la Nada.

El Universo es un todo; es más, lo es todo. Todo lo que existe está inmerso en él. Fuera de él no existe nada; ni siquiera el vacío, ni siquiera la nada. El Universo es un Sistema aislado con un principio y probablemente un fin.

Un fin ya escrito en su historia desde su nacimiento; una «muerte» segura e inevitable a la que se acerca irremisiblemente. El segundo principio de la Termodinámica acecha sigiloso e impasible a que llegue su momento.

Pero el Universo no quiere «morir»; lucha desesperadamente por alargar su agonía, patalea encorajinado por no llegar a su fin. Sueños y fantasía. Deseo y muerte. Locura y pasión. En su camino hacia la muerte, se debate entre abandonar o autoengañarse ralentizando su llegada a ese punto final.

A ese autoengaño hay quien lo llama: «LA VIDA».

El Universo nació explosivo, impetuoso, expansivo, violento, autoritario, dominante,…… pero no era libre. Desde su nacimiento su comportamiento está regido por las tres leyes de la Termodinámica (rama de la ciencia que estudia los estados de equilibrio).

Todo sistema aislado tiende a evolucionar a un estado tal que el factor tiempo no tiene influencia (sus propiedades no cambian con el tiempo) y además estas propiedades no dependen de factores externos previamente aplicados.

El Universo, desde su nacimiento, tiende a «su estado de equilibrio». Un estado terminal al que no puede llegar de cualquier manera, debe de hacerlo cumpliendo las reglas de la termodinámica tanto a nivel global (El Universo Entero), como en cada subsistema que logremos aislar dentro de él.

Principio cero de la Termodinámica:

Este principio establece que dos cuerpos en contacto a diferente temperatura evolucionaran de tal manera que igualaran sus temperaturas. El flujo de Calor se producirá del cuerpo de mayor temperatura al de menor temperatura.

¡ATENCIÓN! La dirección de la variable tiempo queda determinada por este principio. El tiempo sólo puede transcurrir hacia estados de equilibrio igualando las temperaturas, nunca en sentido contrario.

Primer Principio de la Termodinámica:

Principio de conservación de la energía (y de la masa gracias a la aportación relativista de Einstein y su famosa ecuación E=mc^2) que establece que la energía (junto con la masa) ni se crea ni se destruye, se transforma.

Segundo Principio de la Termodinámica:

Principio de degradación de la energía que establece que la energía ni se crea ni se destruye, pero se degrada. La energía útil de un sistema aislado va mermando en cada evolución a un estado de equilibrio.

Cuando un sistema aislado llega a su estado de equilibrio se dice que ha alcanzado su estado de «máxima entropía». La entropía por tanto es una magnitud cuyo máximo define un estado de equilibrio. Por tanto, todo sistema aislado evoluciona hacia su estado de equilibrio aumentando su entropía.

Nuestro Universo, recién nacido y lleno de vitalidad, alberga un gran potencial en su interior. Su nacimiento ha sido repentino (una fluctuación, una inestabilidad, una asimetría puntual) y desbocado; todo en su interior se mueve a gran velocidad, las colisiones son continuas y la materia se agrupa y se vuelve a agrupar esperando la siguiente colisión. Con el tiempo sólo las agrupaciones de materia más «resistentes» logran perdurar.

Las distintas agrupaciones de materia que logran «sobrevivir» forman subsistemas que, al igual que nuestro Universo, están condenados a llegar a su estado de equilibrio. La muerte de nuestro Universo va dejando el camino lleno de cadáveres.

Sólo hay una agrupación de materia que evita la rápida degradación al «inerte» estado de equilibrio. ¿Cómo lo hace? ¿Cómo lo logra? Muy sencillo: comiendo, bebiendo, fumando, respirando, estudiando informática, fotosintetizando y sin dejar de bailar. ¿Por qué? Como ya sabemos, todo proceso, suceso o acontecimiento aumenta la entropía de aquella parte del Universo en la que se encuentra y se aproxima (y aproxima al Universo) al estado de máxima entropía que es la muerte. Sólo hay una forma de mantenerse lejos de ese estado: alimentarse constantemente de entropía negativa.

A este proceso en el que una agrupación de materia consigue librarse de toda la entropía que no puede dejar de producir en su interior se le llama «metabolismo».

A esa agrupación de materia que se alimenta de entropía negativa se le llama «materia viva».

A esa lucha por no llegar al estado de máxima entropía se le llama «VIDA».

A ese pataleo por no llegar al inerte estado de equilibrio se le llama «VIVIR».

La Gran Trilogía(II): la Vida, la Muerte, la Nada.

La Gran Trilogía(III): la Vida, la Muerte, la Nada.

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