La Gran Trilogía(I): la Vida, la Muerte, la Nada.
Ahora que sabemos lo que es la «VIDA» es obvio que no tiene sentido preguntar por la vida después de la muerte. La cuestión esencial es si llegaremos alguna vez a estar plenamente vivos antes de morir.
Sólo lo que llamamos materia viva constituye un sistema capaz de oponerse a esa tendencia entrópica del Universo que constituye su fin. La vida es por tanto la fuerza que se opone al segundo principio de la termodinámica
Los sistemas vivos son los únicos sistemas capaces de acumular entropía negativa (neguentropía), de ir cuesta arriba del caos al orden, de la simplicidad a la complejidad, de la dispersión a la estructuralización, de la desintegración a la integración, del desequilibrio al equilibrio, de la improbabilidad a la probabilidad, de la ignorancia al conocimiento, de la destrucción a la creatividad y de la locura a la razón.
Cuando un organismo biológico pierde la capacidad de oponerse a la entropía, pierde la vida.
Un organismo vivo se alimenta de entropía negativa pero genera entropía a su alrededor, siendo el resultado neto (aplicando el segundo principio de la termodinámica) que la entropía total del Universo aumenta. Vivir produce muerte a su alrededor y acorta la vida del Universo. Viviendo estamos haciendo que se alcance antes el valor máximo de entropía que marcará el fin de todo lo que existe (la vida es para el Universo como el movimiento para las arenas movedizas).
La muerte, el estado de máxima entropía, el cero absoluto. ¡Es inevitable!.
Estamos aquí porque nuestros antepasados buscaban la forma de mantenerse vivos en el planeta y sentirse existentes. Hemos recorrido el mundo y hoy acortamos más las distancias. Sin embargo la humanidad ha olvidado, deliberadamente o no, aquel espíritu que le ubicó en el lugar en el que está. El espíritu de la rebelión contra la muerte.
Vivir es rebelarse contra la muerte y para rebelarse contra ella debemos de perderle el miedo. Vivir no es «reconciliarse» con la muerte y resignarse a la destrucción. Ni es ponerse a «filosofar» para dar la impresión de ser seres inteligentes. El reto que impone la vida permanece ahí para los que tengan agallas… Es el camino más difícil.