Navegando por Internet vuelvo a encontrarme con nuestro viejo caballo buscando follaje tierno. Esta vez a nuestro pobre caballo sólo le está permitido disfrutar del follaje que queda encerrado entre tres circunferencias de radio 10 cm tangentes entre si. Os muestro un dibujo en el que se ha coloreado de rojo el área al que el caballo tiene acceso.
Se pide calcular el área de follaje tierno que comerá nuestro caballo.
Suerte y leña al mono que es de goma. Es más fácil de lo que parece.