La «Gran Pirámide«: «… un monumento grandioso del que podrían decirse tantas cosas que mas que un programa habría que dedicarle una serie entera. Suscita tantos enigmas que convierten a ese monumento en algo desestabilizador y apasionante; con sus medidas, con su tamaño, con las técnicas que se utilizaron en su construcción, uno puede plantearse lícitamente si existió una civilización desaparecida y la «Gran Pirámide» es un resto de aquella, si los extraterrestres anduvieron (como algunos sugieren) por nuestro pasado o si de una forma mas simple habría que retroceder nuestra historia conocida unos cuantos milenios más atrás…»
Participan: Alberto Borrás, Nacho Ares, Manuel José Delgado y Andrés Aberasturi.
Nacho Ares (Ignacio Ares Reguera): Licenciado en Historia Antigua por la Universidad de Valladolid, autor de varios libros, nueve de los cuales están dedicados a la cultura egipcia y director de «Revista de Arqueología«, un referente del estudio de la Antigüedad y la Arqueología.
Su primer libro sobre los misterios del Antiguo Egipto («Egipto lo oculto«, al que se hace referencia en el documental) fue publicado en 1998 (¡ojo al dato! El debate se emitió en las autonómicas entre los años 1999 y 2000). Tal y como el propio Nacho Ares reconoce en su propia página web (El Ojo Crítico nº 47 Otoño 2005) sus ideas y conocimientos sobre el Antiguo Egipto en general y sobre la «Gran Pirámide» en particular han evolucionado mucho desde aquella época un poco ingenua o naif, sobre todo en lo concerniente al trabajo de la piedra y a la rotundidad con la que proponía ciertas teorías.
En sus propias palabras «…Es cierto que al principio he dicho cosas que no son ciertas pero no he tenido problema alguno en reconocer luego mis errores. Yo mismo me divierto mucho con ello y no se me caen los anillos. Quizás el caso más llamativo es el trabajo de la piedra. Reconozco que hay un montón de problemas por solucionar pero hoy por hoy se ha avanzado mucho en ello. Esas cosas de que el cobre no puede perforar la diorita que yo decía a finales de los 90, son verdaderas chorradas que se han caído por su propio peso con los experimentos en laboratorio. Pido disculpas por ello. En mi libro El enigma de la gran pirámide, dedico un capítulo entero a ello. Fue una especie de En qué me he equivocado, al estilo Däniken...» «…Me hace mucha gracia que estos autores echen mano de Petrie (el magnífico arqueólogo inglés del XIX y XX) para demostrar el desconocimiento que tenemos sobre el trabajo de la piedra. Siempre se agarran a la publicación que hizo en 1883 sobre Gizeh, pero dejan de lado, me imagino que porque no lo conocen, lo que el mismo Petrie publicó casi 20 años después en donde reconocía los mismos métodos que décadas después Denys Stocks reprodujo en laboratorio….» Entre esos autores hace referencia a Manuel José Delgado (que merece un capítulo para el solito) y José Álvarez López.
El señor Álvarez López particularmente recibe una buen reprimenda por parte de Nacho Ares «…De Álvarez López mejor no hablar por educación a su edad. Simplemente se puede resumir su trabajo como totalmente carente de cualquier clase de rigor. No sé si será doctor (creo que no lo es), pero lo del famoso Instituto de Estudios Avanzados de Córdoba que él iba por ahí pregonando como si fuera Pasadina es ciencia ficción y en la Universidad de Córdoba (Argentina), a la que él se autoadscribía, no saben quién es. Su aportación a la egiptología es nula. Sólo lía y malinterpreta.…».
Recordemos que Álvarez López en el principal valedor de teorías astroarqueológicas tan curiosas y descabelladas como la de la utilización de instrumentos ópticos hiper-super-sofisticados para la construcción de la «Gran Pirámide» (teoría que es la base del polémico documental de Jimenez del Oso),
Una de las cuestiones que deja clara en la entrevista es su opinión sobre la autoría de la construcción de la «Gran Pirámide«: «…con el famoso problema planteado por Zecharia Sitchin y la supuesta falsedad del nombre de Keops hallado por Vyse en la Gran Pirámide. Acabé tomando un avión a Londres para ver en la biblioteca del British Museum por mí mismo (un lugar francamente recomendable) las pruebas que Sitchin había manipulado descaradamente...» «…Luego están las falacias de que si Howard Vyse falsificó los textos de las cámaras de descarga, que si no es jeroglífico sino demótico o hierático y que en esa época no había esa escritura… y así infinidad de auténticas burradas…».
Sobre los supuestos misterios de las pirámides comenta «…En la actualidad hay un montón de cosas que no tienen explicación. Cómo se construyeron las pirámides, el traslado de grandes bloques de piedra, la orientación tan precisa que se dio a los monumentos, por qué lo hicieron de esa forma hacia determinadas estrellas, etc. Todo eso forma un conjunto fascinante de enigmas históricos en los que no hay que elucubrar de forma barata con extraterrestres o atlantes (eso sí que jamás lo he hecho). Ahora bien, la solución al problema está delante de nuestras narices. Es mucho más racional y humano de lo que hemos pensado, pero no conseguimos verlo. Todavía me sorprendo cuando leo teorías sobre el significado de las pirámides relacionándolas con fórmulas químicas, antenas espaciales, etc., reciclaje de literatura simplona de los años 60…«.
Sobre la teoría de que las pirámides no eran tumbas y no contenían momias dice «…Claro que seguramente hay una función más sofisticada además de la funeraria pero no tenemos que negar la evidencia. A veces, a base de repetir una mentira continuamente se va asentando en el subconsciente colectivo como si fuera verdad. ¿De dónde se sacan esas cosas de que nunca se ha encontrado una momia en una pirámide? ¡No es cierto! Hay montones de ejemplos que contradicen esta “teoría” y me da mucha rabia que se quiera engañar a la gente…».
Manuel José Delgado: realizador y productor de televisión, estudioso autodidacta del Antiguo Egipto y de la «Gran Pirámide» (yo diría más bien: autoproclamado piramidólogo de ‘Todo a cien’ y piramidiota). Él se define en otras palabras en esta entrevista pero viene a decir lo mismo (a buen entendedor…).
¡Qué decir de un ‘aventurero‘ que nos propone conocer, por un módico precio de 1.500 €, los secretos de Egipto, y «hacer trabajos de meditación, captación de energías y limpieza de chakras…»!. Y me pregunto yo ¿cómo alguien que pretende presentarse como un «egiptólogo científico» limpia chakras y capta energías sutiles en las pirámides…?
Los trabajos del señor Delgado sobre Egipto son más que cuestionables y descorazonadores por su tendencia al engaño y a la compulsiva fabulación (en demasiados casos falseamiento deliberado de la verdad). Por supuesto, el acceso nocturno a la Gran Pirámide, a las supuestas galerías secretas, etc, que oferta en sus viajes, como una exclusiva fruto de sus contactos políticos, en realidad está al alcance de absolutamente cualquiera. Basta con pagar los mismos sobornos a los vigilantes o a los inspectores arqueológicos como hace Delgado y otros muchos organizadores de viajes similares. Nadie puede cuestionar, sin embargo, su meritoria formación autodidacta y heterodoxa sobre el Egipto faraónico, a pesar de que no es lícito que se haga pasar por egiptólogo de «experiencias iniciáticas», «activación de los chakras humanos en los chakras telúricos egipcios» y «regresiones a vidas pasadas». Es bochornoso el espectáculo de sus fabulaciones y reencarnaciones faraónicas mientras se revuelca por la cámara del caos en la Gran Pirámide, se ilumina de mística dentro del sarcófago de Keops, o higieniza el chakra en la Isla Elefantina.
Andrés Aberasturi, escritor y periodista, «apasionado de las pirámides» y según sus propias palabras (con bastante carga irónica) «…voy a poner un punto de sensatez…». No deja de ser curiosa la respuesta del mismísimo Jiménez del Oso «…aquí hace falta alguien sensato en una mesa de estas características…».
Alberto Borrás, farmacéutico y químico por la Universidad de Barcelona y especializado en microbiología industrial por el Instituto Biológico de Sarriá; escritor de libros sobre las energias libres y defensor de la difícilmente creíble teoría «…en el pasado se utilizaron energías que hoy desconocemos…».
Ha trabajado en el área de I+D de la industria alimentaria, especialmente en la rama láctea, con algunas patentes registradas, y publicaciones. Como curiosidad destacar que efectuó pruebas (¿con éxito?) con el cañón rompenubes (cloudbuster) de Reich, que abandonó por peligrosas.
Sus comentarios sobre la «Gran Pirámide» y en particular sobre como se movieron los grandes bloques de granito quedan refutados en el artículo ‘La Tecnología olvidada‘ en este mismo blog.
Debate:
¿Las Pirámides son tumbas?
Para los antiguos egipcios eran más importantes sus tumbas que incluso sus propias viviendas. Era en esas tumbas donde esperaban pasar el resto de la eternidad. Los egipcios antiguos creían que después de la muerte el espíritu de los difuntos continuaba viviendo, así que no escatimaban esfuerzos para asegurarse de que disfrutarían la vida ultraterrena. Idearon tumbas cada vez más seguras y donde se preservera mejor y más adecuadamente su propio cadaver.
La «magnitud» de la tumba estaba íntimamente relacionada con la posición social. Evidentemente, la pirámide constituía el mayor alarde social para los antiguos egipcios y claro está, sólo el faraón tenía la posibilidad de esperar a Osiris en tan grandioso monumento funerario.
Lo primero que hacía un nuevo faraón era encomendar la construcción de su tumba, que podía no terminar hasta el día de su muerte. La tumba estaba destinada a albergar el Ka del faraón. La principal función de la tumba era proteger de los saqueadores el cadáver y los bienes depositados en ella. Pero las pirámides también eran símbolo del poder y la riqueza de los faraones, que eran enviados a la otra vida con tesoros fabulosos.
La más impresionante y hermosa de todas esas tumbas la construyó Keops (los obreros trabajaron en su construcción como si fuera el hermoso festival de un Dios).
Keops había proyectado al principio una pirámide algo más pequeña, y su cámara funeraria debía estar profundamente excavada en el lecho rocoso, debajo de la base. Pero a medida que crecían sus aspiraciones, ordenó una tumba mayor.
Se han encontrado momias en varias pirámides (pirámides que por suerte no fueron saqueadas o por lo menos no lo fueron del todo) como por ejemplo la que encontró Maspero en 1881 del faraón Merenre, o en 1997 la momia de Raneferef en Abusir que Verner sacó de su sarcófago.
Nuestro contertulio Manuel Delgado indica que existen pirámides que son absolutamente macizas (no tienen cámaras ni pasajes, por lo que no pudieron servir de tumbas), y pone como ejemplos las pirámides de El Kula y Zawyet el Aryan.
En la población egipcia de Zawyet el Aryan existen dos pirámides: la pirámide escalonada inacabada y la pirámide incompleta.
En la pirámide escalonada inacabada existe por supuesto una cámara funeraria y está excabada bajo la base de la misma pirámide junto con sus pasajes.
En la pirámide incompleta se encontró un sarcófago ovalado de granito dentro del sarcófago sepulcral.
La pirámide de El Kula (junto con otras pirámides aisladas consideradas provinciales como la de Nagada o la de Edfu) no fue construida como templo funerario sino como demostración de poder del faraón. Son de poca altura y carecen de edificios anejos.
Nuestro ‘querido‘ Manuel Delgado hace mención también a la pirámide de Sejemjet en Sakkara (pirámide inacabada también conocida como pirámide sepultada). Pirámide sin terminar debido al corto reinado del monarca, que alcanza unos 7 metros de altura. En el interior de la cámara funeraria se encontró un sarcófago sellado, pero vacío (fue retransmitido en directo).
- El Mito de la Gran Pirámide.
- Cap. (I): Dimensiones de la Gran Pirámide.
- Cap. (II): El efecto relámpago en la Gran Pirámide.
- Cap. (III): ¿Cuándo y Quién construyó la Gran Pirámide?.
- Cap. (IV): Tiempo de construcción de la Gran Pirámide.
- Cap. (V): La Gran Pirámide: otra perspectiva.
- Cap. (V): La Gran Pirámide: otra perspectiva (II).
- Cap. (V): La Gran Pirámide: otra perspectiva (III).
- Cap. (V): La Gran Pirámide: otra perspectiva (IV).
- Cap. (V): La Otra Realidad (I).
- Cap. (V): La Otra Realidad (II).
- Cap. (VI): Nivelación y orientación de la Gran Pirámide.
- La tecnología olvidada.
- Keops RéVéLé.
- Matemáticas en la «Gran Pirámide».
- Iluminación Antiguo Egipto.